sábado, 19 de junio de 2010

Feo, fuerte y formal




















http://www.youtube.com/watch?v=N7qrD__w4Z0

No vine aquí para hacer amigos 

pero sabes que siempre puedes contar conmigo. 

Dicen de mí que soy un tanto animal, 

pero en el fondo soy un sentimental.


Mi familia no son gente normal 

de otra época y corte moral. 

Resuelven sus problemas de forma natural. 

Para qué discutir, si puedes pelear.

 

Dame una sonrisa de complicidad 

y toda tu vida se detendrá. 

Nada será lo mismo, nada será igual, 

ya sabes... 

Feo, fuerte y formal.

   

En el calor de la noche, 

a plena luz del día, 

siempre dispuesto para alegrarte el día. 

Soy hombre de bien 

a carta cabal 

y como el duque: 

feo, fuerte y formal.

 

Mi fama me precederá 

hasta el infinito y más allá. 

Y vive Dios que escrito está: 

“Si doy mi palabra, 

no se romperá”.

Ya lo decía "él"


La Retórica de Aristóteles es el manual más antiguo que se conserva sobre este asunto. Es, precisamente, un manual cuyo objetivo es enseñar a utilizar la retórica, sin evitar adentrarse en la fundamentación de la misma, dado el carácter filosófico del autor. Sin embargo, no es un escrito terminado para su publicación, sino notas de apoyo para las explicaciones de clase. De ahí la irregularidad en la ordenación de materias, repeticiones y reelaboraciones.


La Retórica se divide en tres libros. 

El primero podríamos decir que consiste en la fundamentación de la retórica como arte y su consolidación teórica; el segundo, las pasiones y caracteres, propiamente constituye una psicagogía (guía de almas); y el tercero puede considerase un tratado sobre la elocución. 


En el primer libro define Aristóteles la retórica como "la facultad de considerar en cada caso lo que cabe para persuadir". Dice de ella que es una técnica, un arte sujeto a reglas y a una consideración especial que va más allá de la mera experimentación. Describe los medios de persuasión, dividiéndolos en medios artísticos (aquellos que provienen del arte del orador) y los no artísticos (aquellos de que provee la prueba externa). 

Entre los primeros se encuentran los procedimientos deductivos e inductivos que llevan a conseguir argumentos, entimemas (un tipo especial de silogismo) y los ejemplos. Entre los extrarretóricos cita Aristóteles: leyes, testigos, contratos, confesiones bajo tortura y juramentos. 

Propone tres tipos de persuasión:

  1. La basada en el ethos del orador, es decir, aquella que surge de las cualidades propias del orador.
  2. La basada en el pathos, aquella que proviene de las emociones y pasiones de los oyentes y 
  3. la que se basa en la lógica, que remite al intelecto y a los argumentos. 

En este libro, Aristóteles propone también la ya clásica división de los discursos en judiciales, deliberativos y encomiásticos, según sus objetivos y temas; y aboga por el uso y la utilidad de los lugares comunes (tópicos) para buscar argumentos. 


El libro segundo se ocupa de la relación entre el público y el orador. Para ello, estudia el carácter del orador y las emociones o pasiones del oyente, a las que puede recurrir el orador para obtener efectos. Entre las pasiones efectúa un análisis de la ira, la serenidad, del amor y el odio, del temor, de la vergüenza, del favor, de la compasión, de indignación, la envidia y la emulación. A continuación, estudia los caracteres, primero en relación con la edad: el viejo, el joven, el adulto; después en relación con la fortuna: la nobleza, la riqueza y el poder. 

Posteriormente, se detiene en los tópicos comunes a los tres géneros del discurso y, por último, en los argumentos comunes para estos tres tipos, donde desarrolla los ejemplos, las parábolas, las fábulas y después los entimemas. 


El libro tercero trata de la parte que podríamos llamar elocución. Comienza tratando la acción y la claridad en la dicción. Analiza el buen estilo, del que destaca la facultad esencial de la claridad y se detiene en la metáfora como especialmente útil. Examina los distintos tipos de estilo, tanto en sí mismos como en relación a cada uno de los géneros, y expone sus cualidades. 

Y para terminar, analiza la disposición, en la que repasa cada una de sus partes: el exordio, la narración, la demostración y el epílogo, al tiempo que valora la interrogación en el discurso, el uso de las preguntas y respuestas y el empleo del ridículo.


http://es.shvoong.com/books/7849-retórica/

Mi último "gran descubrimiento"


La semana pasada me compré este libro que me tiene completamente "enganchada". Pesa un montón, pero me lo he llevado a todos los sitios a los que he ido con un mínimo de tiempo para leer. Muy recomendable, emocionante, intrigante, apasionante... tanto como sus personajes. 

Os dejo la reseña y mi más sincera recomendación: leedlo. Vale la pena. 

Titulo: Dime quien soy

Autora: Julia Navarro


Un periodista recibe una propuesta para investigar la azarosa vida de su bisabuela, una mujer de la que sólo se sabe que huyó de España abandonando a su marido y a su hijo poco antes de que estallara la Guerra Civil. 


Para rescatarla del olvido deberá reconstruir su historia desde los cimientos, siguiendo los pasos de su biografía y encajando, una a una, todas las piezas del inmenso y extraordinario puzzle de su existencia.


Marcada por los hombres que pasaron por su vida -el empresario Santiago Carranza, el revolucionario Pierre Comte, el periodista estadounidense Albert James y el médico militar vinculado al nazismo Max von Schumann-, la vida de Amelia Garayoa es la de una mujer que aprendió que en la vida no se puede volver sobre el pasado para deshacerlo. 


Desde la España republicana hasta la caída del Muro de Berlín, pasando por la Segunda Guerra mundial y los oscuros años de la Guerra fría, esta burguesa y revolucionaria, esposa y amante, espía y asesina, actuará siempre de acuerdo a sus principios, enfrentándose a todo y cometiendo errores que no terminará nunca de pagar.


Memoria de un siglo convulso, caracterizado por la barbarie de los totalitarismos, esta obra es una vuelta de tuerca en la trayectoria de una de nuestras novelistas más internacionales. Dime quién soy sorprende por su dramatismo e instrospección, por su intriga y por sus emociones a flor de piel. Una aventura desgarradora y cautivadora que tiene unos personajes excepcionalmente perfilados y literariamente inolvidables.


La novela de Julia Navarro es el magnífico retrato de quienes vivieron intensa y apasionadamente un siglo turbulento. Ideología y compromiso en estado puro, amores y desamores desgarrados, aventura e historia de un siglo hecho pedazos... Esta novela no sólo hechizará a los lectores de Julia Navarro sino que fascinará a todos aquellos interesados en nuestra propia historia.


De casadellibro.com

miércoles, 16 de junio de 2010

En contra del olvido

Si el tiempo en la memoria no muriese
tan lento y torturado, disponiendo
por tanto una manera melancólica
de volver al pasado y de sentirlo
no como un algo muerto, sino siempre
a punto de morir y siempre herido
-y renacido siempre, y de tiniebla.

Si el tiempo, en fin, tuviese potestad
para borrar su estela de memoria,
para enterrar sin daño los recuerdos
en vez de darles rango de abstracción
-y en las tardes vacías recordar;
con algo de tahúr y algo de mago,
lo que ya sólo es ficción del tiempo
como un viento lejano, un eco frío.

Si todo fuese así, si en el pasado
no fuera uno la estatua de sí mismo
en una plaza oscura y sin palomas
o el actor secundario de una obra
retirada de escena, me pregunto
qué sería -imagina- de nosotros,
que sellamos un pacto tan antiguo
como el color del aire en la mañana.
Qué habría de ser entonces, sin memoria,
de nosotros, que hacemos renacer
al juntar nuestras manos esta noche
tantas noches y lunas y ciudades
y tembloroso mar de las estrellas.

Felipe Benítez Reyes

Un tiempo que se nos va



Tela, cinta, otra vez a empezar. 
Lápiz, tinta, y al paisaje a robar. 
Y al placer de reencontrar 
el limbo de un tiempo que se nos va. 

Libro, nube, ese es mi descanso. 
Árbol, fuente, cada vez que despierto. 
Ser durmiente. 
En la espuma de un antojo camuflarse. 
Para completa inocencia, 
en las calderas del sueño divagar. 

Que los días se van, río son. 
Ahora quiero sentir, caminar. 
Ahora quiero pintar, percibir 
el color de esa flor que se marchitará. 

Pinto, verdes parajes de belleza desolada, 
vivo lo efímero y su valor. 
Bebo, apuro desperdicios de mi vida, 
me recojo en la templanza de la tregua que me da 
la anestesia del recuerdo. 

Que los días se van, río son, 
ahora quiero sentir, caminar, 
ahora quiero pintar, percibir 
el verano fugaz que ya se nos va. 

Lápiz, tinta, y al placer de reencontrar.

lunes, 14 de junio de 2010

¿Vale la pena?

Perspectivas de una profesión en tiempos de crisis

Juan Cruz presenta en el cierre de la Feria del Libro de Madrid su libro 'El periodismo ¿Vale la pena vivir para este oficio?'

CAMILO SÁNCHEZ - Madrid - 14/06/2010

Las palabras del periodista francés Jean Daniel, en la primavera de 2008, van en camino de ser un presagio acertado. Con un ejemplar del diario Le Monde entre los dedos le dijo a Juan Cruz: "Esto será alguna vez el suplemento del 'Le Monde' en Internet". La metáfora le quedó sonando al periodista de EL PAÍS y sirvió de hilo conductor para confeccionar su más reciente libro: El Periodismo, ¿Vale la pena vivir para este oficio? El texto es un compendio de entrevistas con varios directores de importantes medios de comunicación, prologado por el director de EL PAÍS, Javier Moreno, donde se indaga sobre los derroteros de una profesión y una sociedad en épocas de turbulencia: crisis económica, desestructuración de las sociedades, auge de Internet y falta de curiosidad de las nuevas generaciones.

Con el cierre de la 69 Feria del Libro de Madrid como escenario de fondo, los periodistas Álex Grijelmo, director de la agencia EFE; Monserrat Domínguez y Juan Ramón Lucas se reunieron ayer junto a Juan Cruz en el pabellón del Círculo de Lectores para presentar el libro y aportar sus impresiones sobre la situación del periodismo. Álex Grijelmo indicó que Internet es un espejo de la sociedad actual, donde imperan los "gritos" más que la "crítica". El problema, señaló el director de la agencia EFE, es que la "contaminación de la sociedad" está "contaminando al periodismo". Y esto afecta el rigor y la calidad de la información.

La periodista Monserrat Domínguez, por su parte, se mostró menos crítica con Internet y señaló que las nuevas tecnologías han logrado aglutinar comunidades que comparten ideas, valores o gustos: "Como el patio de encuentro para los vecinos". Y recomendó especialmente la entrevista realizada a la periodista mexicana Alma Guillermo Prieto. Porque además de tratarse de la única mujer en el libro, es la única que reconoce su fascinación por la Web.

El libro de Juan Cruz, sin embargo, no se trata de una crítica a las nuevas tecnologías. El autor explicó que cuando hizo la entrevistas apenas se "avizoraba la crisis" y su único objetivo era el de "preguntar sobre el porvenir de esta profesión". Para esta labor se sirvió de "periodistas que ejercían cuando ser periodista no era nada glamuroso, si no un oficio". Como el reconocido reportero y ex director deTheWashington Post Benjamin Bradlee, o del experimentado periodista británico Harold Evans, ex director de The Sunday Times, entre otros.

Para Ramón Lucas, los libros de Juan Cruz "siempre dan la impresión de que son historias de amor". Y subrayó la necesidad de incentivar en las nuevas generaciones de periodistas la "capacidad de asombro" para "ver lo que pasa, entenderlo y tener el coraje de contarlo".

El título del libro se inspira en una anécdota de Albert Camus cuando trabajaba como director de un periódico. Después de haber logrado una buena edición le dijo satisfecho a sus compañeros de redacción: "Vale la pena vivir para este oficio". Al hilo de esta historia los cuatro periodistas coincidieron en que la energía y las ganas de contar las historias con el afán de apurar en el lector la "sensación de que lo que le estamos contando es verdad y no un invento de cuatro amigos" es el fundamento de la profesión. Entonces, ¿hacia dónde vamos? "El destino diario de este oficio es el del tipo que, a pesar de todo, le gusta tanto esto que hace, que se sigue viendo obligado a ser periodista", ha apostillado Juan Cruz.

En medio de un ambiente distendido y rodeado de amigos y colegas de profesión entre los asistentes, Juan Cruz, quien además escribe en su blog Mira que te lo tengo dicho en la edición digital de EL PAÍS, afirmó que sintió la misma emoción cuando publicó su primer "eskup" en la página Web de EL PAÍS, hace tres años desde el Congreso de la Lengua en Cartagena de Indias, que cuando publicó con 13 su primer artículo en un diario de Canarias.


© EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200

jueves, 10 de junio de 2010

Confiar y esperar

Mi querido Maximiliano:

Hay una falúa anclada para vos. Jacobo os llevará a Roma, donde el señor Noirtier espera a su hija para bendecirla antes de que os acompañe al altar. Todo cuanto hay en esta gruta, amigo mío, mi casa de los Campos Elíseos y mi castillo de Treport, son el regalo de boda que hace Edmundo Dantés al hijo de su patrón Morrel. La señorita de Villefort aceptará la mitad, pues le suplico dé a los pobres de París toda la fortuna que adquiera de su padre, loco, y de su hermanó, fallecido en septiembre último con su madrastra.
Decid al ángel que va a velar por vuestra vida, Morrel, que ruegue alguna vez por un hombre que, semejante a Satanás, se creyó un instante igual a Dios, y ha reconocido con toda la humildad de un cristiano, que sólo en manos de la Providencia está el poder supremo y la sabiduría infinita. Sus oraciones endulzarán quizás el remordimiento que lleva en el fondo de su corazón.
En cuanto a vos, Morrel, he aquí el secreto de mi conducta. No hay ventura ni desgracia en el mundo, sino la comparación de un estado con otro, he ahí todo.
Sólo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, amigo mío, para saber cuán buena y hermosa es la vida.
Vivid, pues, y sed dichosos, hijos queridos de mi corazón, y no olvidéis nunca que hasta el día en que Dios se digne descifrar el porvenir al hombre, toda la sabiduría humana estará resumida en dos palabras: ¡Confiar y esperar!

Vuestro amigo,
Edmundo Dantés, Conde de Montecristo.


Durante la lectura de esta carta, que le revelaba la locura de su padre y la muerte de su hermano, Valentina palideció; un suspiro doloroso se exhaló de su pecho, y lágrimas que no eran menos amargas por ser silenciosas, rodaron de sus mejillas. La ventura le costaba bien cara.
Morrel miró a su alrededor con inquietud.
-Pero –dijo-- el conde exagera ciertamente su generosidad. Valentina se contentará con mi modesta fortuna. ¿Dónde está el conde, amigo? Conducidme a él.
Jacobo extendió la mano y señaló en dirección al horizonte.
-¡Cómo! ¿Qué queréis decir? --preguntó Valentina--. ¿Dónde está el conde? ¿Dónde está Haydée?
-Mirad --dijo Jacobo.
Los ojos de los dos jóvenes se fijaron en la línea indicada por el marino, y sobre ella, en el horizonte que separa el cielo del mar, distinguieron una vela blanca, grande como el ala de la gaviota.
-¡Partió! --exclamó Morrel--, ¡partió! ¡Adiós, amigo mío! ¡Adiós, padre mío!
-¡Partió! --murmuró Valentina--. ¡Adiós, amiga mía! ¡Adiós, hermana mía!
-¡Quién sabe si algún día le volveremos a ver! --dijo Morrel, enjugándose una lágrima.
-Cariño --repuso Valentina--, ¿no acaba de decirnos que la sabiduría humana se encierra toda ella en estas dos palabras?:
¡Confiar y esperar!

Final de "El Conde de Montecristo" . Alejandro Dumas.